El mundo tiene más de un año escuchando hablar del covid-19, y con este año, hemos conocido también lo rápido que se propaga este virus, pues se han reportado hasta junio 2021, más de 175, 284, 099 contagios en el mundo y más de 3,785,243 muertes, también ya unas 2,307,274,416 personas se han vacunado a nivel global, pero millones de personas aún no acuden a vacunarse por múltiples razones, unas por desconfianza a las vacunas que salieron en apenas 11 meses y otros por creencias infundadas en rumores que corren en las redes sociales.
Pero, ¿qué implica no vacunarse? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 1,5 millones de niños mueren cada año de enfermedades que podrían prevenirse con vacunas que ya existen. Es así, cómo incidirá el no vacunarse de covid- 19, impactando las vidas de las personas, que al no ser inoculadas corren mayores riesgos de contraer la enfermedad y hasta morir.
Si elegimos no vacunarnos, estaríamos no sólo entrando en el rango de personas que pudieran contraer el virus, sino que dificultan el que se alcance la inmunidad colectiva, es decir hacemos vulnerables a los grupos de alto riesgo que posiblemente no puedan recibir la vacuna y estamos perdiendo la oportunidad de bloquear la transmisión del virus en nuestro país. Muchos investigadores ya han sentenciado que para que una comunidad logre la inmunidad colectiva, tendrá que tener vacunada a más del 55 % de su población.
Elegir la opción de vacunarse, permite una respuesta inmunológica en las personas que son inoculadas. Los anticuerpos que se forman, tienen la capacidad de neutralizar el virus y provocan una inmunidad celular, haciendo que las células, recuerden el virus, para de exponernos a éste, nuestro cuerpo tenga una respuesta rápida de defensa.
Pero vacunarse o no vacunarse contra el covid- 19 impacta también le economía de los países, pues de no vacunarnos el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que los países no podrán reabrir para volver a una situación previa a la pandemia. Esto claramente tendría un impacto en las economías, en la tasa de desempleo, en el déficit fiscal, en la vida de las personas y en el bienestar de las familias.
Vacunarnos, entonces, representa la esperanza de la vuelta, quizás no a la normalidad que antes conocíamos, pero sí a una apertura de la economía, y a una cotidianidad menos inestable y con menos pérdidas de vidas por el covid-19.